Capital del concejo con el mismo nombre, esta villa de tradición marinea posee además de sus encantos paisajísticos, un casco urbano de gran valor histórico-artístico. Caminaremos por el paseo de San Pedro, visitaremos los Cubos de la Memoria y recorreremos el casco antiguo y alrededores.
Recomendamos iniciar el recorrido caminando por el Paseo de San Pedro, construido en el siglo XIX gracias a la generosidad del pueblo y algunos ilustres de la zona. Nos ofrece unas espectaculares vistas de la costa, la villa y la montaña.
Desde aquí caminando hacia el puerto, pasaremos por la playa urbana del Sablón.
Construido en el siglo XVI, su artillería tenia el propósito de defender el puerto y la villa de Llanes del ataque de buques corsarios, piratas y naves enemigas. En 1588 estos cañones dispararían para despedir a los 65 marineros del concejo que embarcaron para participar en la armada invencible de Felipe II.
En el puerto, cabe destacar los Cubos de la Memoria, una obra del pintor vasco Agustin Ibarrola, donde se ha ilustrado en cada “cubo - rompeolas” un motivo del concejo, convirtiéndose estos en uno de los atractivos más característicos de la villa.
Paseando por el puerto, encontraremos los barcos pesqueros, que cada jornada salen a faenar, la lonja del pescado y las embarcaciones de recreo.
La población que actualmente conocemos como Llanes, fue antaño, la antigua Puebla de Aguilar. La villa se halla rodeada por una muralla medieval, con una de sus torres aún en pie, datándose estas edificaciones en la primera mitad del siglo XIII. En el casco antiguo, encontraremos la Basílica de Santa Maria de la Asunción, uno de los pocos ejemplos del gótico en Asturias, diversos palacios y la calle mayor, con una gran variedad de restaurantes, muchos de ellos referentes en cocina asturiana.
En la intersección de la calle mayor con Posada Herrera, podemos encontrar una gran casa de color amarillo, una de las más antiguas de Llanes, que alberga una curiosa placa en su fachada. En ella puede leerse: “A Veinte y seis de septiembre de mil quinientos diez y siete años pasó el Rey don Carlos en esta Casa de Juan Pariente”.
Recién llegado a España para ocupar el trono, y tras una fuerte tormenta que les obligo a desembarcar en Tazones, el rey Carlos I de España y V de Alemania pasó y se alojo en el año 1517 en esta casa de la villa de Llanes, rumbo a la capital.
Ubicado en la calle principal, es uno de los edificios más llamativos de Llanes. Costeado principalmente por los rentistas indianos de la zona, se levantó en los terrenos del antiguo mercado a finales del siglo XIX.
De estilo afrancesado, fue diseñado por Juan Álvarez Mendoza, para el entretenimiento de los aburguesados de la zona; puestas de largo, bailes, cenas, juego de cartas y billar.
Las afueras de la villa, en direccion a Santander, es una zona con grandes ejemplos de la arquitectura indiana. Estos palacetes fueron construidos en los años de cambio entre los siglos XIX y XX por los Indianos de la zona. Destaca entre ellos el palacio de Parterriu, localización de la película el Orfanato, en el año 2007.
Desde esta zona conocida como el Tendederu, por la estructura existente para el secado y reparación de las redes de pesca, veremos desde otra perspectiva los Cubos de la Memoria y la playa de Puerto Chico. En esta ubicación se encuentra también el faro, inaugurado en 1860 y que aún sigue cumpliendo su misión de guiar a los barcos en la entrada al puerto.
En Llanes, hay varias opciones, como son el restaurante El Campanu, en el centro de la villa, especialista en cocina asturiana y pescados. La taberna marinera El Bálamu en la lonja de pescado y el Mirador de Toró, cercano a la villa, con unas magnificas vistas de la playa con el mismo nombre. Especialistas principalmente en pescados y mariscos.
Recomendamos iniciar el recorrido caminando por el Paseo de San Pedro, construido en el siglo XIX gracias a la generosidad del pueblo y algunos ilustres de la zona. Nos ofrece unas espectaculares vistas de la costa, la villa y la montaña.
Desde aquí caminando hacia el puerto, pasaremos por la playa urbana del Sablón.
Construido en el siglo XVI, su artillería tenia el propósito de defender el puerto y la villa de Llanes del ataque de buques corsarios, piratas y naves enemigas. En 1588 estos cañones dispararían para despedir a los 65 marineros del concejo que embarcaron para participar en la armada invencible de Felipe II.
En el puerto, cabe destacar los Cubos de la Memoria, una obra del pintor vasco Agustin Ibarrola, donde se ha ilustrado en cada “cubo - rompeolas” un motivo del concejo, convirtiéndose estos en uno de los atractivos más característicos de la villa.
Paseando por el puerto, encontraremos los barcos pesqueros, que cada jornada salen a faenar, la lonja del pescado y las embarcaciones de recreo.
La población que actualmente conocemos como Llanes, fue antaño, la antigua Puebla de Aguilar. La villa se halla rodeada por una muralla medieval, con una de sus torres aún en pie, datándose estas edificaciones en la primera mitad del siglo XIII. En el casco antiguo, encontraremos la Basílica de Santa Maria de la Asunción, uno de los pocos ejemplos del gótico en Asturias, diversos palacios y la calle mayor, con una gran variedad de restaurantes, muchos de ellos referentes en cocina asturiana.
En la intersección de la calle mayor con Posada Herrera, podemos encontrar una gran casa de color amarillo, una de las más antiguas de Llanes, que alberga una curiosa placa en su fachada. En ella puede leerse: “A Veinte y seis de septiembre de mil quinientos diez y siete años pasó el Rey don Carlos en esta Casa de Juan Pariente”.
Recién llegado a España para ocupar el trono, y tras una fuerte tormenta que les obligo a desembarcar en Tazones, el rey Carlos I de España y V de Alemania pasó y se alojo en el año 1517 en esta casa de la villa de Llanes, rumbo a la capital.
Ubicado en la calle principal, es uno de los edificios más llamativos de Llanes. Costeado principalmente por los rentistas indianos de la zona, se levantó en los terrenos del antiguo mercado a finales del siglo XIX.
De estilo afrancesado, fue diseñado por Juan Álvarez Mendoza, para el entretenimiento de los aburguesados de la zona; puestas de largo, bailes, cenas, juego de cartas y billar.
Las afueras de la villa, en direccion a Santander, es una zona con grandes ejemplos de la arquitectura indiana. Estos palacetes fueron construidos en los años de cambio entre los siglos XIX y XX por los Indianos de la zona. Destaca entre ellos el palacio de Parterriu, localización de la película el Orfanato, en el año 2007.
Desde esta zona conocida como el Tendederu, por la estructura existente para el secado y reparación de las redes de pesca, veremos desde otra perspectiva los Cubos de la Memoria y la playa de Puerto Chico. En esta ubicación se encuentra también el faro, inaugurado en 1860 y que aún sigue cumpliendo su misión de guiar a los barcos en la entrada al puerto.
En Llanes, hay varias opciones, como son el restaurante El Campanu, en el centro de la villa, especialista en cocina asturiana y pescados. La taberna marinera El Bálamu en la lonja de pescado y el Mirador de Toró, cercano a la villa, con unas magnificas vistas de la playa con el mismo nombre. Especialistas principalmente en pescados y mariscos.