No puedes irte de Asturias sin visitar estos dos lugares. Pasearemos por los Lagos de Covadonga, saludaremos a la Santina y terminaremos en las calles de la villa de Cangas de Onís.
El acceso a Covadonga y la basílica no está restringido en ninguna época del año, aunque su gran afluencia de visitantes hace que en temporada alta sus aparcamientos se ocupen rápidamente.
Con el fin de proteger el Parque Nacional Picos de Europa, se ha limitado el acceso en coche a los Lagos de Covadonga en las temporadas mas altas del año. En esas fechas se puede acceder mediante transporte público a determinadas horas del día. Aquí puede consultarse el calendario: Información oficial del acceso a Lagos de Covadonga
Es sin duda uno de los lugares mas significativos de Asturias. En el real sitio de Covadonga hay dos espacios que debemos destacar igualmente: la Basílica y la Santa Cueva.
La esbelta Basílica de Santa Maria la Real de Covadonga, se inicia en 1877, utilizando la roca caliza rosácea de la zona, bajo las órdenes del arquitecto Federico Aparici. Se inaugura el 7 de Septiembre de 1901, otorgándole el Papa León XIII la dignidad de Basílica. De estilo neorromántico, visualmente destacan las dos torres simétricas que hay en su entrada y la sobriedad de su interior.
A unos pocos pasos de la Basílica, encontramos la Santa Cueva. En ella se encuentra la Virgen de Covadonga, conocida cariñosamente como “La Santina”. En sus inicios la capilla de la Santa Cueva era de madera, hasta un incendio en el año 1977 en el que se pierde la imagen de la Virgen y demás pertenencias. La actual capilla de piedra fue construida en los años 40 y es obra del arquitecto Luis Menendez Pidal.
Desde Covadonga y tras recorrer una serpenteante carretera por pleno parque Nacional de Los Picos de Europa, se llega hasta el Lago Enol, el primer lago que te encontrarás en el camino. De color verde esmeralda, mas oscuro en verano, es el mas grande de los dos. Desde aquí, bien en coche o caminando, a 1,5 km se encuentra el Lago Ercina, mas pequeño y menos profundo que el anterior, pero que destaca por la inmensa pradera que lo rodea.
Desde cualquiera de los lagos, parte un camino empedrado, sencillo y de escaso recorrido que da acceso al mirador Entrelagos. Un lugar desde donde se pueden ver ambos lagos y sacar unas buenas fotos.
En las épocas mas lluviosas del año, se forma un tercer lago, menos conocido y concurrido que los anteriores, llamado Lago Bricial. Destaca de este la cascada que se forma en las estaciones mas húmedas.
Cercano a los lagos, se encuentran unas antiguas minas que para muchos pasan desapercibidas, pero que sin embargo forman parte de la historia de la zona, son las Minas de la Buferrera. Caminado 5 minutos desde el Lago Ercina, puede visitarse este lugar, cuya explotación se inició en 1879 para la extracción de manganeso, mercurio y hierro. En sus inicios los materiales se transportaban en asnos hasta Covadonga, donde pasaban al ferrocarril que los conducía a Ribadesella para ser cargados en barcos y exportados a Inglaterra y Francia.
Tras una visita a Covadonga y los lagos, no muy lejos de allí, puede visitarse la capital del concejo, Cangas de Onís, conocida como una de las puertas a los Picos de Europa. Destaca de esta villa, el Puente Romano sobre el rio Sella, con la Cruz de la Victoria colgando de uno de sus arcos. Antaño, fue cuna de la reconquista y primera capital de la Monarquía Asturiana. Lugar de paso hacia la meseta, de pastoreo, montañismo y pesca, en ella pueden encontrarse una gran variedad de comercios tradicionales. Los domingos se celebra su popular mercado.
Para no repetir carretera de vuelta a La Montaña Mágica, es una buena opción continuar desde Cangas de Onís, siguiendo el descenso del cauce del rio sella, direccion Arriondas. En esta villa, a primeros de agosto se inicia el popular Descenso Internacional del Sella. Continuando hacia la desembocadura del rio, encontraremos Ribadesella, una villa costera, con una gran variedad de atractivos y lugares donde poder disfrutar de la gastronomía local. Destaca el arenal de Santa Marina y la Capilla de La Guia, ubicada en un alto desde donde tener una vista panorámica de Ribadesella.
Recomendamos dos restaurantes para comer en este recorrido, el primero de ellos en Cangas de Onís, y el segundo de camino hacia Ribadesella:
El acceso a Covadonga y la basílica no está restringido en ninguna época del año, aunque su gran afluencia de visitantes hace que en temporada alta sus aparcamientos se ocupen rápidamente.
Con el fin de proteger el Parque Nacional Picos de Europa, se ha limitado el acceso en coche a los Lagos de Covadonga en las temporadas mas altas del año. En esas fechas se puede acceder mediante transporte público a determinadas horas del día. Aquí puede consultarse el calendario: Información oficial del acceso a Lagos de Covadonga
Es sin duda uno de los lugares mas significativos de Asturias. En el real sitio de Covadonga hay dos espacios que debemos destacar igualmente: la Basílica y la Santa Cueva.
La esbelta Basílica de Santa Maria la Real de Covadonga, se inicia en 1877, utilizando la roca caliza rosácea de la zona, bajo las órdenes del arquitecto Federico Aparici. Se inaugura el 7 de Septiembre de 1901, otorgándole el Papa León XIII la dignidad de Basílica. De estilo neorromántico, visualmente destacan las dos torres simétricas que hay en su entrada y la sobriedad de su interior.
A unos pocos pasos de la Basílica, encontramos la Santa Cueva. En ella se encuentra la Virgen de Covadonga, conocida cariñosamente como “La Santina”. En sus inicios la capilla de la Santa Cueva era de madera, hasta un incendio en el año 1977 en el que se pierde la imagen de la Virgen y demás pertenencias. La actual capilla de piedra fue construida en los años 40 y es obra del arquitecto Luis Menendez Pidal.
Desde Covadonga y tras recorrer una serpenteante carretera por pleno parque Nacional de Los Picos de Europa, se llega hasta el Lago Enol, el primer lago que te encontrarás en el camino. De color verde esmeralda, mas oscuro en verano, es el mas grande de los dos. Desde aquí, bien en coche o caminando, a 1,5 km se encuentra el Lago Ercina, mas pequeño y menos profundo que el anterior, pero que destaca por la inmensa pradera que lo rodea.
Desde cualquiera de los lagos, parte un camino empedrado, sencillo y de escaso recorrido que da acceso al mirador Entrelagos. Un lugar desde donde se pueden ver ambos lagos y sacar unas buenas fotos.
En las épocas mas lluviosas del año, se forma un tercer lago, menos conocido y concurrido que los anteriores, llamado Lago Bricial. Destaca de este la cascada que se forma en las estaciones mas húmedas.
Cercano a los lagos, se encuentran unas antiguas minas que para muchos pasan desapercibidas, pero que sin embargo forman parte de la historia de la zona, son las Minas de la Buferrera. Caminado 5 minutos desde el Lago Ercina, puede visitarse este lugar, cuya explotación se inició en 1879 para la extracción de manganeso, mercurio y hierro. En sus inicios los materiales se transportaban en asnos hasta Covadonga, donde pasaban al ferrocarril que los conducía a Ribadesella para ser cargados en barcos y exportados a Inglaterra y Francia.
Tras una visita a Covadonga y los lagos, no muy lejos de allí, puede visitarse la capital del concejo, Cangas de Onís, conocida como una de las puertas a los Picos de Europa. Destaca de esta villa, el Puente Romano sobre el rio Sella, con la Cruz de la Victoria colgando de uno de sus arcos. Antaño, fue cuna de la reconquista y primera capital de la Monarquía Asturiana. Lugar de paso hacia la meseta, de pastoreo, montañismo y pesca, en ella pueden encontrarse una gran variedad de comercios tradicionales. Los domingos se celebra su popular mercado.
Para no repetir carretera de vuelta a La Montaña Mágica, es una buena opción continuar desde Cangas de Onís, siguiendo el descenso del cauce del rio sella, direccion Arriondas. En esta villa, a primeros de agosto se inicia el popular Descenso Internacional del Sella. Continuando hacia la desembocadura del rio, encontraremos Ribadesella, una villa costera, con una gran variedad de atractivos y lugares donde poder disfrutar de la gastronomía local. Destaca el arenal de Santa Marina y la Capilla de La Guia, ubicada en un alto desde donde tener una vista panorámica de Ribadesella.
Recomendamos dos restaurantes para comer en este recorrido, el primero de ellos en Cangas de Onís, y el segundo de camino hacia Ribadesella: