La erosión del agua moldea a su gusto la roca caliza de las costas asturianas. El resultado tras millones de años es el llamado relieve kárstico, que nos deslumbra con monumentos naturales y curiosidades geológicas que juntos descubriremos en este artículo.
Dejamos atrás el Montasterio de San Antolín de Bedón, en la carretera que une el pueblo de Posada y San Antolín. En esta playa desemboca el Río Bedón, el mismo que cruzamos para llegar a La Montaña Mágica.
Esta playa es uno de los paraísos para los surfistas de la región. Dejamos aquí el coche y tomamos el sendero que nos lleva hasta la Playa de Gulpiyuri por la costa.
Al final de este artículo hay un enlace a la ruta senderista que llega hasta La Canalina, con un mapa para no perderse.
Antes de alcanzar el acantilado, en medio de un prado verde nos encontramos la Playa de Gulpiyuri. Este fenómeno geológico recibe el nombre de dolina, y es el resultado del hundimiento de una cueva. Es una playa interior, pues no tiene acceso directo al mar. El agua del mar se cuela hasta su arena a través de un canal que conecta con el mar, a unos 50 metros. Es recomendable visitarla en marea alta. Está considerada la playa más pequeña del mundo. No recomendamos quedarse allí para bañarse debido a su pequeño tamaño y gran afluencia.
La estampa de la playa con el Castro al fondo es un conjunto único y muy fotografiado. La playa desaparece con la subida de la marea. Para los más curiosos, las grúas que hay a los lados de La Canalina sirven para sacar un alga muy preciada, el olce (Gelidium). Utilizada para elaborar agar-agar.
Desde aquí deshacemos el camino hasta San Antolín para continuar la ruta.
Considerada como la mejor playa de España de 2020 por Condé Nast Traveler, es una pequeña cala preciosa a la que se accede a pie.
Con suerte es posible ver los Picos de Europa desde aquí en un día despejado.
Encima de esta, se erige la ermita de San Antonio coronando el acantilado.
Hay un aparcamiento en el pueblo de Llames de Pría para visitar los Bufones.
Cuando el Mar Cantábrico se enfada, expulsa el agua a presión por estos surtidores junto al acantilado. Visualmente es parecido a un géiser, aunque su naturaleza es distinta.
Es todo un espectáculo verlos en acción, aunque no siempre lo están. Para verlos en su esplendor se tienen que poner de acuerdo varios factores como la marea alta, el oleaje y el viento.
Proponemos dos sitios para comer en esta ruta.
En temporada alta es recomendable reservar con antelación, al igual que en el resto de restaurantes de la zona.
Dejamos atrás el Montasterio de San Antolín de Bedón, en la carretera que une el pueblo de Posada y San Antolín. En esta playa desemboca el Río Bedón, el mismo que cruzamos para llegar a La Montaña Mágica.
Esta playa es uno de los paraísos para los surfistas de la región. Dejamos aquí el coche y tomamos el sendero que nos lleva hasta la Playa de Gulpiyuri por la costa.
Al final de este artículo hay un enlace a la ruta senderista que llega hasta La Canalina, con un mapa para no perderse.
Antes de alcanzar el acantilado, en medio de un prado verde nos encontramos la Playa de Gulpiyuri. Este fenómeno geológico recibe el nombre de dolina, y es el resultado del hundimiento de una cueva. Es una playa interior, pues no tiene acceso directo al mar. El agua del mar se cuela hasta su arena a través de un canal que conecta con el mar, a unos 50 metros. Es recomendable visitarla en marea alta. Está considerada la playa más pequeña del mundo. No recomendamos quedarse allí para bañarse debido a su pequeño tamaño y gran afluencia.
La estampa de la playa con el Castro al fondo es un conjunto único y muy fotografiado. La playa desaparece con la subida de la marea. Para los más curiosos, las grúas que hay a los lados de La Canalina sirven para sacar un alga muy preciada, el olce (Gelidium). Utilizada para elaborar agar-agar.
Desde aquí deshacemos el camino hasta San Antolín para continuar la ruta.
Considerada como la mejor playa de España de 2020 por Condé Nast Traveler, es una pequeña cala preciosa a la que se accede a pie.
Con suerte es posible ver los Picos de Europa desde aquí en un día despejado.
Encima de esta, se erige la ermita de San Antonio coronando el acantilado.
Hay un aparcamiento en el pueblo de Llames de Pría para visitar los Bufones.
Cuando el Mar Cantábrico se enfada, expulsa el agua a presión por estos surtidores junto al acantilado. Visualmente es parecido a un géiser, aunque su naturaleza es distinta.
Es todo un espectáculo verlos en acción, aunque no siempre lo están. Para verlos en su esplendor se tienen que poner de acuerdo varios factores como la marea alta, el oleaje y el viento.
Proponemos dos sitios para comer en esta ruta.
En temporada alta es recomendable reservar con antelación, al igual que en el resto de restaurantes de la zona.
Pulsando en el siguiente botón accederemos a la ruta guiada por la aplicación Wikiloc desde San Antolín hasta La Canalina: